viernes, 18 de marzo de 2011

Crítica de Batalla: Los Ángeles (Battle: LA)


La invasión del mundo recae en una élite de marinos de quienes dependerá defender Los Ángeles de una exterminación. En la tradición de Distrito 9, la producción se centra en el Sargento Nantz, interpretado por Aaron Eckhart (El Caballero de la Noche), un marino atormentado por su pasado cuyo retiro es negado tras ser obligatoriamente requerido para apoyar a un Teniente en una misión de rescate de civiles.

Para tratarse de una película de acción, Aaron Eckhart cumple con los requisitos de un marino. Su expresión es mayormente sería y en ocasiones expresiva, no es un papel sobresaliente pero al menos se sostiene por su condición física y estabilidad al interactuar con el resto de sus compañeros. Durante la peligrosa travesía se encuentra con un Sargento Técnico de nombre Elena Santos, interpretado prudentemente por Michelle Rodríguez. Esta actitud me sorprendió mucho, porque Rodríguez tiende a ser encasillada en el modelo de mujer fuerte y grosera, pero aquí básicamente se comportó dichosamente introvertida.

Batalla: Los Ángeles es una historia que se concentra primeramente en el punto de vista de los marinos. A diferencia de Día de Independencia y Distrito 9, su guión está repleto de acción constante, pero carece de desarrollo de personajes y temáticas. Incluso lo político es omitido del mismo modo que las justificaciones. Apoyándose en la ley de horror de las cosas suceden porque suceden sin justificación previa. Un dato agradable es promover la valentía de hacer algo, borrando el melodrama y la cobardía.

La dirección de Jonathan Liebesman es extraordinaria para tratarse de su primera mega-producción. La coordinación de la élite de actores es auténtica y la falta de química es compensada por el suspenso de la situación. Se puede percibir sus influencias de Rescatando Soldando Ryan y La Caída del Halcón Negro en cuanto a las coreografías defensivas de ataque y contexto de guerra.

La edición se emplea al tipo documental, los encuadres tiemblan pero no a la altura de las secuelas de Jason Bourne. Todavía en ese aspecto técnico es decente y descriptivo. El resalté en definitiva son las secuencias de acción, el sólo inicio mezclado con la música te contagia de emoción con nervios al ver los helicópteros y la ciudad en llamas. La edición del sonido y los efectos visuales cumplen con las expectativas de calidad. Para tratarse de una producción de $ 70 millones, supera en intensidad y realismo a Distrito 9. Sin embargo, no compite a nivel de historia y personaje principal.

Una ciudad en destrucción no suele verse agradable, pero la cinematografía de la Batalla: Los Ángeles es detallada en sus escenas panorámicas y estructuras internas como externas de las vecindades. Los modelos de las naves invasoras y los alienígenas fueron diseñados con sencillez. No constituyen organismos que causen miedo como los seres de Día de la Independencia, ni tan interesantes por su armamento como los langostinos del sector 9, pero sin duda fueron más letales y veloces. 

En conclusión, un filme militar con exceso de acción llevada a cabo por una élite de actores en un contexto visualmente complaciente. 

En resumen:


CATEGORIA
DESCRIPCIÓN
Dirección
(Centrada en el Director)

Excelente coordinación en las secuencias evasivas de acción e interacción militar.
Actuación
(Reparto en Gral)

Aaron Eckhart, Michelle Rodríguez y otros se encuentran a la misma altura en el momento de ejecutar sus papeles. 
Edición
(Sonido, FXS, Música)

El sonido y la acción le dan nombre a esta producción de presupuesto mediano. El estilo documental le beneficia junto con la música.
Guión
(Historia y Personajes)

Básicamente su enfoque es acción… por lo que no es de esperarse desarrollo de personajes ni subtemas.
Cinematografía
(Escenografía, Arte, Vestuario, Maquillaje)

La batalla en general es visualmente impresionante por su calidad en los detalles en las estructuras internas y externas.


*EL SONIDO Y LA ACCIÓN LA DEFINEN*

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