sábado, 30 de julio de 2011

A La Renta: Juego de Traiciones (Fair Game)


Después de mirar esta película y analizar su contexto histórico-verídico, uno se pone a pensar que realmente no sucedió una clase de justicia por el ataque de las Torres Gemelas, y tal parece que tampoco existieron las famosas armas biológicas nucleares en Irak. Obviamente no busco convertir esta crítica en una especie de política, pero básicamente su esencia tiende a colocarte en un estado analítico por lo que tienes que estar abierto en orden de juzgar la información recibida.

Por ende, muchos no estamos familiarizados con el contexto detrás de la guerra en Irak; la verdad nunca se expresó y nunca se expresará al 100%. Al contrario, sus bases tienden a distorsionarse por la conveniencia de la minoría en el poder. Además los medios de comunicación en vez de ayudarnos, tienden a empeorar la situación metiéndonos otras ideas en nuestras cabezas con respecto al terrorismo, patriotismo y dinero.

Para los interesados que quieren saber algunas respuestas del proceso que conllevó a esta inicialización de guerra durante el 2003, Juego de Traiciones les dará algunas desde el campo investigativo porque se concentra principalmente en esta ruta conflictiva y de forma simple. Claro está escuchar varios tecnicismos en los diálogos, pero no son tan complicados de entender.

Esta fuente empleada viene personalmente de la novela autobiográfica de Valerie Plame, mujer espía de la CIA cuya identidad se expone mundialmente debido a que su esposo Joseph C. Wilson publica un artículo donde su investigación realizada fue interpretada incorrectamente. Naomi Watts cubre esta figura política y nos da una fuerte e indoblegable mujer. Siempre sumisa, callada y obediente, en otras palabras, la ideal agente de encubierta. Siendo lo opuesto a ella en carácter, se encuentra su compañero Sean Penn quien es explosivo, idealista y usualmente lucha por lo que verdaderamente sabe. Sin duda esta pareja nos ponen a pensar arduamente y nos ofrecen valores éticos que lamentablemente se han perdido en los Gobiernos.

Este género suele ser complicado y arriesgado en popularidad porque implica la aceptación o rechazo de miles de teorías de los supuestos expertos, más aparte la opinión pública quien siempre se encuentra ansiosa de hacerse notar pero suelen ser ideas susceptibles a cambiar por la dirección de los líderes o comunicólogos. Como en este caso, despegamos la vista del discurso de Bush para concentrarnos en la esposa de Joseph. Las preguntas nunca fueron las correctas ni en los tiempos precisos.

Su estreno en los cines no fue taquillero y mucho menos lo será a la renta o venta por la celebración patriótica de hace poco. Por lo menos, la recepción crítica fue tan amable de apoyarla con un 80% de aprobación. Entre su consenso señalaron que se necesitaba de mucho cuidado para hacer entretenida un género mixto entre documental y suspenso. No obstante, Doug Liman se desempeñó extraordinariamente. Esto no me sorprende ya que Liman estuvo detrás de la trilogía de Jason Bourne y dirigió Sr. y Sra. Smith. Lo único que me hubiera gustado es que los encuadres no se movieran tanto, pero se comprende por causa de los constantes viajes y múltiples personajes. Liman     

En conclusión, esta veloz producción se trata de un drama inmerso de política y suspenso, acompañada de excelentes actuaciones y un mensaje idealista-humano. Es inevitable no sentir distintas emociones, todo depende tu cristal con el que miras los sucesos proporcionados.

¿Hubo Justicia?   

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