sábado, 12 de noviembre de 2011

Crítica de Jack y Jill


Nos encontramos cerca del fin de año y Adam Sandler nos tiene inusualmente una segunda comedia para los días festivos. El problema es que no está a la altura de los otros éxitos que ha producido y actuado. Quizás el detalle radique en la excesiva participación de Adam Sandler. Después de todo, interpreta a dos gemelos de los cuales nunca paran de hablar.

Básicamente ese el punto del trama, se nos presenta un breve segmento con fotos y videos caseros de cómo los gemelos han crecido y eventualmente se han ido distanciando por la mismísima sociedad que crea, limita o destruye. Un clásico error es asumir que aquellas imágenes son suficientes para justificar el contexto, pero la verdad es que este conflicto no está coherente.

He aquí donde este fracaso recae en las personas detrás del guión; no lo niego, hay circunstancias cómicas, pero no existe una línea que vaya de menor a mayor, al contrario, el desarrollo es plano y en veces saturado. Por esta misma razón no podemos conectarnos con los personajes principales porque sus motivos no son identificables. Lo que importa es lo que sucede mas no lo que hay en el fondo y por esta misma razón, el buen mensaje durante el desenlace se pierde y más al emplearse un sistema de lenguaje que en primer lugar no se le dio el respeto que merecía.

La mayoría de estas comedias aparentan simpleza pero realmente están respaldados por reforzadores verídicos. Click: Perdiendo El Control, Cuentos Que No Son Cuentos y Como Si Fueran Niños trataban de la importancia de la familia, aquí se le intenta da la prioridad a los gemelos, pero lamento comentar que nadie se rió de las escenas introductorias y entre los créditos, donde varios gemelos comentaban sus anécdotas, demasiado sarcasmo y humor negro para mi gusto. Otro detalle que detecté es que eran solamente hombres o mujeres. No mixtos en lo absoluto ¿Me preguntó por qué?

Otro enfoque que desprecié fue la inserción del mundo real, la película por naturaleza no tiende a cruzar esta barrera porque la ficción siempre va a chocar con la realidad. No puedes abusar de ello como se hizo con Al Pacino. Todavía con Johnny Depp porque se trataba de un cameo. Hubiera sido más disfrutable si se tratara de otra persona en lugar del famoso actor.

No sé qué pasó, esta producción nos hace creer que las ideas de Sandler se están agotando o tal vez, era mejor dejar pasar más tiempo como solía hacerlo. Más no todo está perdido, el segmento de la reunión mexicana es bastante jovial. De hecho creo que es la mejor parte junto con las bombas de las chimichangas. Asimismo: la escena de la piscina, las tomas en la mansión de Al Pacino y el crucero, son decentes pero pasables al final de cuentas.

Concentrándonos en el departamento de la actuación, debo darle crédito a Adam Sandler puesto que no cualquiera puede meterse en los zapatos de una mujer. Pocos han sido los atrevidos y sólo tres han recibido admiración: Dustin Hoffman, Robin Williams y John Travolta. Se aprecia su interpretación, pero honestamente Sandler no está en ese nivel, todavía. El error se debe a la ausencia de complejidad, Jill es exageradamente superficial y físicamente fea, no son mis palabras sino las del actor, escritor y director.

Por otra parte no existe demasiado desarrollo, también Jack no se nos es claro y eso que contamos mayormente con los dos en pantalla. Qué lástima porque estoy seguro se podría haber hecho más como indagar en aquellas relaciones especiales porque hay mucha ciencia y teorías que las rodea. He aquí la respuesta del por qué no logramos conectarnos con ellos en el desenlace, porque se trataba de su propia y exclusiva cura.

Seré sincero, Eugenio Derbez no es de mis cómicos predilectos, pero como actor me ha sorprendido bastante por su naturaleza de mostrarse dramático a pesar de que muchos se ríen de su persona. Se requiere de mucha práctica para llegar a ese grado donde la seriedad es sinónima de risa, Derbez lo hace ver como si fuera un don y por ello, es una lástima que los productores no haya provechado esta cualidad extendiéndole su papel. Su personaje lo hubiera necesitado para conectar con Jill dado que fue meramente desapercibido para el resto de los personajes. Otorga buenos datos, pero de qué sirven si lo vas a conservar dentro de su propia área social. En fin, no me puedo quejar, nos hicieron ver bien.

Me sorprende ver a Katie Holmes bellamente arreglada, creo que es lo más guapa que ha llegado a ponerse. Me da gusto que se encuentre realizando varias producciones después de haber rechazado El Caballero de la Noche. Curiosamente esta mujer te hace reír no con sus diálogos sino con sus expresiones, son meramente alegres especialmente la escena cuando la gemela suspira por la otra boca. Haciendo a un lado lo vulgar, agrego que es otro de los momentos inolvidables.

Tal parece los ganadores de Oscar están contando con la oportunidad de hacer comedia como recientemente vimos a Nicole Kidman en Una Esposa de Mentira. Esta vez, Al Pacino entró al ruedo y lo hizo bien. La escena musical es bastante buena que no entiendo por qué no ha hecho una película de baile. El único detalle que tengo y lo vuelvo a repetir es que hubiera preferido que lo disfrazaran con otro nombre ficticio. Realidad + Ficción = choque, por eso no puedo calificar a Al Pacino porque supuestamente no está actuando. Sin embargo, la línea del Oscar se conforma como memorable.

En conclusión, Dennis Dugan y Sandler realizaron una comedia efectiva solamente en algunas escenas. Generalmente es superficial y difícil de conectar por su falta de coherencia. No es la mejor ni la peor de sus películas, sencillamente es entretenimiento pasable.

Es preferible volver a ver Una Esposa de Mentira.

1 comentario:

Daniel Hunkehler dijo...

Yo creo que es buena... es para un publico familiar... Sandler en sus recientes peliculas muestra la influencia de su familia en la vida real y eso es admirable. para mi es el proceso de cambio de un tipico adolescente malcriado y burdesco, va madurando hasta el clasido hombre de familia que dar soluciones y afrontar los retos de la vida cotidina.