sábado, 17 de diciembre de 2011

Crítica de Año Nuevo (New Year’s Eve)



En el mismo estilo de Día de San Valentín, Garry Marshall nos presenta otra comedia romántica festiva donde se narran distintas historias que concluyen en la víspera de Año Nuevo durante la caída de la bola en la ciudad de Nueva York.

Uno de los grandes aspectos por lo cual los críticos la destrozan es la falta de profundidad y determinación en el guion. Es obvio que nunca va a haber un contexto 100% desarrollado porque se trata de una construcción con múltiples relatos. En cambio determinación si existe ya que todos los personajes sin excepción tienen un objetivo por cumplir. Los críticos de cine deberían saber que no se califica una película por lo que no es, sino por lo que verdaderamente representa.

El mensaje es tan claro como el agua y en cierto modo más efectivo que su antecesora. Regularmente por esta época se tiende a crear conciencia en nuestras mentes y emoción en nuestros corazones. En ocasiones, estamos tan ocupados en otros detalles que nos olvidamos de las cosas más importantes. Año Nuevo es la época perfecta para prestarle la atención a esos asuntos inconclusos, perdonar y darnos esas segundas oportunidades que nos merecemos.

Desde este modo, debo felicitar a la guionista Katherine Fugate por haber desarrollado y fusionado una decena de anécdotas que a pesar de ser fugaces, son divertidas, emotivas y memorables. La verdad no esperaba un mejor resultado, pero fácilmente puedo decir que mejora por mucho a Día de los Enamorados y se coloca casi a la altura de Realmente Amor. Aprovechando esta última mención, la película inglesa tiende a ofrecer más puntualización en sus temáticas las cuales no son contadas a la brevedad.

Hasta la fecha no existe un mejor director en este género que Garry Marshall, bien se ha sabido que está a favor de la improvisación y creatividad. Elementos primordiales para darle ese encanto a esta clase de producciones. Exitosamente se puede observar en las actuaciones, esa espontaneidad y relajamiento, en otras palabras, los actores se ven tan cómodos que nos quedamos con ganas de verlos interactuar más en ese magnifico entorno social, laboral y hasta político.

El elenco estelar lo describiré en orden alfabético acompañado de una ligera descripción: el joven Jake T. Austin adquiere presencia tras protagonizar éxitos medianos como Hotel Para Perros y El Juego Perfecto, Halle Berry como siempre se ve hermosa, Jessica Biel sigue ofreciéndonos buenas risas, Jon Bon Jovi es un cantante nato con una pizca de comedia natural, Abigail Breslin se nos muestra más madura y agradable como usualmente, Chris “Ludacris” Bridges es un gran y necesario soporte por su carisma, Robert De Niro es perfecto para ese papel, Josh Duhamel es muy simpático, Zac Efron es extrovertidamente divertido, quien hubiera visto a Hector Elizondo con ese acento, Katherine Heigl es una estable y adecuada adición, Ashton Kutcher es sublime a pesar del mal humor de su personaje, Lea Michele es una revelación, Sarah Jessica Parker es encantadora con su clásica forma de ser, Michelle Pfeiffer es maravillosa como era de esperarse, Hilary Swank otorga ese sentimentalismo necesario y Sofía Vergara roba escena gracias a su grandioso acento.

Todos sin excepción conforman uno de los mejores elencos simplemente por su forma única de desenvolverse. Si tendría que elegir a la mejor pareja yo iría con Zac Efron y Michelle Pfeiffer, ya que verlos es agradable y más cuando bailan. Lo cual no es inusual ya que los vimos anteriormente en Hairspray. Sin embargo, Ashton Kutcher y Lea Michelle ofrecen algo fresco y carismático. Tampoco pueden faltar los invitados especiales: Ryan Seacrest, Matthew Broderick y Til Schweiger, quienes también comparten buenos momentos.

Entre los aspectos técnicos: la edición es veloz por su constante cambio de escenarios dentro de la gran ciudad de Nueva York. La música es diversa pero generalmente se reducen a pop o baladas. No necesariamente de toque navideño sino moderno. Un aspecto sobresaliente fue la inserción de los bloopers en los créditos. No te los pueden perder ya que la canción seleccionada ayuda a salir del cine con un buen humor.

En conclusión no hay mucho por detallar excepto que Año Nuevo es un clásico instantáneo que no está recibiendo la atención que merece. Quizás y sean las compras navideñas, la comparación inevitable con Día de los Enamorados o las terribles críticas. No obstante, tiene mucho corazón y talento invertido para dejar escapar este buen entretenimiento.

 Un clásico de Año Nuevo

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