martes, 25 de septiembre de 2012

Crítica de Ted


 
¡Universal Studios ha cautivado la comedia del año por segunda vez consecutiva! Primeramente se debió a las Damas en Guerra y posteriormente un oso de peluche llamado Ted se convirtió en la sensación de la taquilla recaudando $ 217.8 millones de dólares en los Estados Unidos y cruzando los $ 400 millones mundialmente. Oficialmente derrotó a Qué Pasó Ayer para convertirse en la comedia original clasificada R más taquillera de todos los tiempos.
 
¿En sí qué es lo que causa este fenómeno en esta adaptación surrealista? Curiosamente las mujeres tienden a sentirse un poco insatisfechas por la necesidad de haber visto más a diferencia de los hombres, quienes la encontramos demasiado buena para ser cierta. Esta razón es sencillamente porque va dirigida más al humor de los hombres de cualquier edad sin filtros en sus tonos. Omitiendo obviamente a los infantes, aunque en esta época han demostrado saber más de lo que nosotros sabíamos.
 
Adentrándonos más a las temáticas del guion, Seth MacFarlane elaboró un relato creativo y absolutamente gracioso de pies a cabeza ¿Quién diría que lo vulgar pudiera llegar a ser tan hilarante? Existen dos segmentos fuertes mas la película realmente no se siente irrespetuosa ni fuera de lugar. Siempre y cuando aceptemos la existencia de este contexto el cual fue justificadamente acertado desde el principio.
 
MacFarlane lo describe de un modo inteligentemente locuaz donde la premisa de que un deseo puede hacerse realidad si podría provenir del corazón de un niño solitario. Cabe destacar que aquí se aprende mucho al momento de participar en las entrevistas de trabajo. Un tono maduro se refleja en los comportamientos del hombre al mantenerse fiel a los elementos primordiales de su infancia. He aquí otro dilema ya que es bien sabido que en una relación, se tiende a transformar los gustos de un hombre porque la idea general es que no debería interesarse por juguetes, videojuegos, fiestas, comics, etc.
 
Lo anterior se subraya mediante la trama general y es su mensaje de aceptación personal siendo el sacrificio un complemento estabilizador. No sólo estás observando una comedia vulgar sino te vinculas al pasado con las referencias culturas hacia Star Wars, Flash Gordon y otros símbolos de nuestra infancia. Ello te coloca en una retrospección de lo perdido y quizás la madurez obtenida, si es que eliminar ciertas costumbres te vuelve un ser “maduro”.  La seriedad es distinta de la madurez, como se podrá notar, hay todo un proceso de análisis que inevitablemente estará en las discusiones.
 
Puesto en aspectos más sencillos, la historia es originalmente ingeniosa. Sorpresivamente mantiene un ritmo pausado para su duración de 100 minutos pero en ningún momento causa aburrimiento. Cada escena inclusive con ausencia de Ted es 100% entretenida. Las menciones de Star Wars son sensacionales (haciendo referencia a la foto de estreno de La Amenaza Fantasma) y la inserción de Flash Gordon no tiene precio. Entre las secuencias sobresalientes se encuentran: La canción de los truenos, la fiesta de Flash, las fumadas, el origen y fama de Ted, la discusión por el anillo, Ted en el supermercado, la narración de Patrick Stewart, recogiendo lo defecado en el departamento, la persecución y la pelea entre Ted y John.
 
Para tratarse de su primera dirección, yo diría que Seth MacFarlane acaba de sellar su estancia en la gran pantalla de Hollywood. Nunca imaginé que el creador de Family Guy pudiera hacerse cargo de una película en vivo. Una cosa es la animación y la coordinación de voces, pero supervisando el departamento de efectos especiales, la edición y las actuaciones, debo dársela. La transición de talento benefició a la producción puesto que los actores se desenvuelven con espontaneidad,  la caracterización de Ted es tan realista e inclusive las dos secuencias de acción son satisfactorias.   
 
El director conoce sus limitantes, y conoce el contexto actual y el entorno popular de donde provino. Asimismo añade un poco de religión de forma decente, defiende los derechos de los homosexuales, muestra el sexo por lo que es pero colocando en primer plano el verdadero amor de una pareja estable. Promueve la libertad personal y en cierto modo, hace mención sobre figuras olvidadas en la industria del cine.
 
La narración de Patrick Stewart es inesperada por la utilización de dos groserías, aun así es justo la dosis requerida para ponernos al tanto. Mark Wahlberg entrega la clásica actuación de un hombre-niño, la forma de tratar a Ted es la razón por la cual creemos en esa relación y a la vez, nos pone a meditar sobre los niveles correctos de nuestro comportamiento. Mila Kunis comparte una excelente química con Walhberg y Ted, sus propósitos son flexibles pero es cuando se deja llevar a cabo por las opiniones de sus amigas, cuando exige la transformación. En ciertos ángulos cuenta con un buen razonamiento sobre independizarse para poder crecer.
 
Seth MacFarlane en la voz de Ted es verdaderamente la razón por la cual está comedia triunfa. Su modulación será similar a su personaje en Family Guy, no obstante, se acepta por provenir de un peluche. Las personas que no sean seguidores de la serie animada, todavía pueden divertirse con este personaje multifacético. Creo que MacFarlane será el responsable de la venta incrementada de esta línea de juguete. Entre otros actores del reparto cabe destacar a Giovanni Ribishi, Ryan Reynolds y a la cantante Norah Jones.   
 
En conclusión, como diría un amigo, esta risa enfermiza vale la pena. Haciendo a un lado las obscenidades, la comedia tiene corazón. A su propia manera, pero lo tiene. Las secuelas no tienden a ser tan buenas como las primeras, pero teniendo en cuenta el talento de MacFarlane, quizás nos espere un provechoso futuro en la vida de Ted.
 
 

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