viernes, 29 de marzo de 2013

Crítica de G.I. Joe: El Contraataque (G.I. Joe: Retaliation)

 
Primeramente debo confesar que fui de los pocos que encontraron la primera parte bastante satisfactoria para su género. Obviamente la fantasía desequilibró la tecnología y el exceso de subtemas individuales causó una trama conflictiva de seguir. Hubo personajes interesantes como la Baronesa y otros quienes pasaron desapercibidos. Ahora, después de 4 años, se opta por continuar el legado  pero bajo una nueva dirección.
 
El guion de Rhett Reese y Paul Wernick invoca varios elementos vistos en su previo trabajo de Tierra de Zombies. Entre estos se destaca la comedia por diálogos infantiles. Es naturalmente espontánea y a diferencia de la antecesora, se reduce a personajes claves. El tiempo está bien esparcido aunque no cumple con el requisito de concretarlos como una élite. Lo poco que llegamos a saber de ellos es insuficiente para conectarnos sentimentalmente.   
 
Una temática impresionante es la recurrencia a la política. Fácilmente se perciben varias críticas hacia la actual organización gubernamental de los Estados Unidos y en cierto modo a la tendencia del pueblo. Se bromea con las naciones, se propone un modo de desarmar las bombas nucleares y se maneja la estrategia militar. Por lo visto, los villanos contaron con las escenas esenciales mientras los héroes contribuyeron con la acción.  
 
La secuencia en las montañas donde Snake Eyes y Jinx van a localizar a Storm Shadow es la principal atracción. Tanto cinematografía, edición, sonido y stunts nos llenan de entusiasmo por saber qué va a suceder entre los descensos y descensos. Desafortunadamente la primera media hora está saturada de misiones inexplicables que hacen la última no tan célebre como se hubiera deseado. Añadiendo el Formato 3D, debo confesar que su retraso fue innecesario.
 
Se aprecia en la edición detallada, pero la demora no estaba justificada. G.I. Joe 2 podía defenderse en 2D porque es una película bien hecha. El director Jon M. Chu redujo la fantasía de Stephen Sommers y entregó más realismo soportado por la tecnología. Innovó con la secuencia en las montañas y cumplió con el estándar de una típica película de acción. Debido a su falta de experiencia en este campo, es comprensible porque hubo desvanecimiento en los objetivos del elenco.
 
Adentrándonos al  equipo de actores veteranos y de nuevo ingreso, no estoy a favor de haber sacado de la ecuación a Channing Tatum. El subtema con la Baronesa quedó pendiente por resolverse y parecía un futuro interesante, ahora parece que así quedará. Tatum quedaba perfectamente en ese papel por ser una especie de continuidad a su debut. Desafortunadamente sólo estuvo para pasar la antorcha porque siempre se duda de su liderazgo. No por el actor sino por el modo en que lo escribieron.
 
Dwayne Johnson tranquiliza su comportamiento y adopta una actitud flexible e insegura comparado con su rol en Rápidos y Furiosos 5. No tengo nada en contra pero sus acciones son predecibles. Inclusive hace falta un contexto para engancharnos con su persona, a diferencia de Tatum, aquí se fueron por el camino de fuerza en lugar de mentalidad. No obstante, ofrece algunas risas y maniobras emocionantes.
 
Será un papel mínimo y parecido a RED pero aun así Bruce Willis es fantástico como es de esperarse. Su presencia le da esa emoción requerida en las escenas de planeación y podría decirse que se roba la función en el clímax.
 
Entre los villanos condecorados, me temo que Lee Byung-Hu y Jonathan Pryce derrotaron a Ray Stevenson y Luke Bracey. Storm Shadow sigue impresionando con su desempeño defensivo mientras Pryce se las ingenia con su vocabulario político. Stevenson le echa ganas pero sólo funcionó de fuerza bruta para compensar a Dwayne. En cuanto a Bracey, siento que Joseph Gordon-Levitt hizo un mejor papel como el Comandante Cobra. Aparte de que su rostro estaba expuesta.
 
Interesantemente D.J. Cotrona comienza llamando la atención pero conforme se desenvolvía el relato, Adrianne Palicki resultó ser una diva de la acción. Ray Park continúo establemente aunque la participación de Elodie Yung como su acompañante Jinx brinda un tan necesitado balance expresivo.
 
En conclusión, el estudio reconfiguró la formula yéndose a lo básico lo cual trajo una divertida y entusiasta secuela. Sin embargo, sigue compartiendo varios errores en su distinta dirección, ya que algunos subtemas debieron proseguir. Comparte escenas dignas de nuestra admiración más sigue haciendo falta un desarrollo de personajes, porque presiento que lo seguro no podría tonarse tan seguro.  
 

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