sábado, 13 de julio de 2013

Crítica de Mi Villano Favorito 2 (Despicable Me 2)

 
Hace tres años Illumination Entertainment y Universal Studios nos robaron el corazón con el tierno y divertido relato original de Mi Villano Favorito. Ahora la secuela cumple con los mismos parámetros pero quizás situado en un tono ligeramente inferior. El detalle radica en su cambio de dirección previamente sellado en el clímax de la antecesora, pero eso no implica que no se disfrute de este renovado superhéroe en conjunto con los minions, a quienes se les consideran las verdaderas estrellas de este fenómeno popular.
 
La historia de Cinco Paul y Ken Daurio es perfecta para todas las familias, sin excepción. Del mismo modo que Monsters University, la secuela carece de aspectos emocionales convirtiéndose en un medicamento sano para combatir el estrés. Tanto Gru como Lucy comparten una química balanceada y se relacionan adecuadamente con las niñas. Por otra parte, los minions siguen robándose las escenas con cada vagancia que realizan. Honestamente ¿quién puede disgustarse de estas criaturas?
 
Es interesante notar el gesto materno, el mensaje radica hacía esta estabilidad familiar pero dándole su lugar al instinto paternal. Me hubiera gustado ver más el estrago de Gru sobre abandonar su puesto de villano mas la narración simplemente lo colocó como un reemplazo, quizás podría desenvolverse para una tercera. Obviamente el elemento sorpresa está ausente pero aun así Mi Villano Favorito 2 se acerca a nuestro corazón con gran sentido del humor.
 
No esperaba la inclusión de festividades mexicanas como el 5 de Mayo, como es bien sabido, los americanos lo festejan más que nosotros. Considerando la situación política con la reforma migratoria y el reciente boom latino por el ambiente musical, debe aplaudirse esta consideración. Entre sus innovaciones: el sombrero con guacamole, la salsa secreta y los pasos de baile, son sugerencias extrovertidas.    
 
Dentro del doblaje, sigo prefiriendo la voz original de Steve Carrell especialmente por su acento carismático, lo que sucede es que difícilmente logré quitar a Andrés Bustamante del papel de Mike Sullivan, por más nefasta que traté de hacer su registro de voz la similitud es inevitable. En cuanto a los nuevos integrantes: Andrea Legarreta encajó con excelencia como la espía Lucy Wilde y Alejandro Fernández es decente como El Macho.
 
No estará a la altura cinematográficamente de Toy Story 3 pero creo supera a las animaciones de Monsters University en conjunto con la franquicia de Shrek. Los efectos especiales son disfrutables porque no se requiere de perfeccionismo cuando los Minions están en cuadro. Si estas figuras amarillas son la razón por la cual acudiste a verla la función, tomaste la decisión correcta  porque no decepcionan ni en lo  más mínimo.
 
En conclusión, una buena secuela que garantiza pasar un buen tiempo con la familia.  
 

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