domingo, 28 de julio de 2013

Crítica de Wolverine: Inmortal (The Wolverine)


La secuela directa a X-Men Orígenes y X-Men: La Batalla Final muestra a John Logan viviendo en los bosques salvajes de Canadá. Sin un motivo de vida y atormentado por las alucinaciones de Jean Grey, es encontrado por Yukio, una mujer guardiana quien es enviada por un hombre que formó parte de su frágil pasado. En cuanto ingresan al escenario de Japón, The Wolverine se convierte en una fascinante y honorable travesía de Logan y a su vez, finalmente complace a los seguidores por otorgarles la película que siempre habían deseado ver.


La dirección de James Mangold es notable por sacar a este personaje de su zona de confort e involucrarlo con fuerzas rivales a sus dones. Asimismo nos sirvió en enfoque central porque a través de Logan conocemos la cultura de este pueblo y descubrimos como las viejas costumbres pueden seguir intactas en este mundo moderno. También se puede mostrar el respeto hacia esta franquicia y nacionalidad, principalmente por la forma en que hizo cargo de la referencia a Nagasaki.  


Desde su participación emotiva en Les Miserables, Hugh Jackman se creció como actor por lo que tenía como presentimiento que esta sería definitivamente su mejor personificación como Wolverine. Con una personalidad brutal y una expresión de frustración, Jackman balancea su conducta física con una concentración dramática haciéndonos que realmente nos importe John Logan. A diferencia de Robert Downey Jr. a quien siempre estamos anticipando que diga o haga algo sarcástico como Tony Stark, nunca es de esperarse en el caso de Jackman.


Entre algunas menciones del reparto: Rila Fukushima es espléndida como Yukio, si no me equivoco sirve de homenaje para el Anime por su forma de interactuar en este contexto; Svetlana Khodchenkova es impresionante como la mujer fatal, indudablemente las mujeres han estado sobresaliendo como villanas este año y por último, Famke Janssen pese a sus breves apariciones contribuye mucho al desarrollo integral de Logan y a su vez, conecta el filme con X-Men: La Batalla Final dándole esa  tan merecedora validación a los sucesos.


En parte se aprecia toda esta estructura por los guionistas quienes tomaron la popular serie de comics basados en la serie japonesa de Frank Mille y trataron de mantener la mayor cantidad de elementos que propiciaron esa sensacional atracción. Debo admitir que lo lograron porque comparada con el resto de las entradas, este superhéroe se tornó autentico. El tiempo y la propia audiencia dirá si está a la par de Iron Man, El Hombre de Acero o El Asombroso Hombre Araña.


En cuanto a su propia franquicia, supera a X-Men Orígenes por enfocarse solamente en Wolverine y no saturarla con exceso de mutantes como ha sucedido con las anteriores a excepción de X-Men y X-Men: Primera Generación donde se pudo apreciar el valor narrativo de una buena historia previa a un collage de efectos explosivos. Sorpresivamente los mutantes presentes, los cuentas con una sola dándole ese sentido humano a este novedoso relato.


Los efectos especiales se reducen en espacio y tiempo pero debido a ello, se pueden apreciar por congeniar con una abundante y exótica cinematografía. La soledad de los bosques de Canadá le brindan esta nostalgia a Logan y se reaniman en el contexto tecnológico urbano de Japón regresando siempre a las aldeas tradicionales. Lo vuelvo a reiterar, existe un profundo respeto hacia esta cultura y por tanto Wolverine transiciona de una figura salvaje a un hombre semi-honorable.  


Semi porque Wolverine siempre será Wolverine y dado la secuencia final, me quedó con varias dudas respecto a su futuro. Lo cual es bueno porque después de seis veces, todavía quisiera saber más. Y afortunadamente habrá más con X-Men: Días del Futuro Pasado y ello es garantía porque durante los créditos, se nos muestra un vistazo hacia los eventos por venir y honestamente la emoción es incontrolable. Sí fuera Thor 2, me pondría a trabajar en la escena post-créditos porque Wolverine no está jugando como lo hizo Stark y Banner en Iron Man 3.


Entretanto, olvídense de Orígenes y pongan en pausa el entusiasmo de X-Men: Días del Futuro Pasado y sólo disfruten de esta travesía japonesa de Logan porque Hugh Jackman y James Mangold la supieron hacer.  

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