sábado, 21 de diciembre de 2013

El Hombre de Hielo / Cazadores de Sombras: La Ciudad de Huesos


Situada en 1960, El Hombre de Hielo (The Iceman) narra la verdadera historia de Richard Kuklinski quien siendo hombre de familia se dedicaba a matar personas para un jefe de la mafia. El guión requirió de más trabajo y creatividad para esta especie de antihéroe ya que a la media hora se va perdiendo el interés por estar demasiada plana. Ni siquiera el aspecto frío resalta dada la cero emotividad del propio contexto.

Todo recae en su edición la cual parece estar desnivelada en cuadros porque pareciese que se detiene la imagen para recargarse. Constantemente este efecto combinado con el diálogo inflexible suele obligarte a revisar el reloj para ver cuándo terminará.

Desafortunadamente Michael Shannon (El Hombre de Acero) no pudo lucir como ha estado acostumbrando y no es su culpa, Winona Ryder estuvo demasiado limitada mientras Chris Evans y James Franco fueron desaprovechados.

La sorpresa sería David Schwimmer (Friends TV) quien muestra otra faceta que podría darle seguimiento para un futuro porque sería un grandioso villano. En conclusión, no es de esperarse mucho de este drama puesto que carece de su espiritó independiente. La calificación seleccionada es de 2 ½ estrellas.    

Ahora es momento de analizar ¿por qué Cazadores de Sombras: La Ciudad de Huesos (The Mortal Instruments: City of Bones) no resultó el gran triunfo que anticipaban? Primeramente debió haber definido su tercer acto ya que se ponen muchas cosas en juego en conjunto con demasiadas revelaciones de las cuales no contaron con un profundo desarrollo para que nos llegase a importar.

Se agradece el ritmo con el que comienza la historia, pero al tocar la puerta del típico triángulo amoroso, simplemente es demasiado en esta serie de adaptaciones juveniles. Asimismo no encuentro el sentido de tener vampiros contra hombres lobos en una historia de ángeles y demonios, en ese caso hubiese visto otra vez La Saga de Crepúsculo.

La ausencia de un sentido y el exceso de distractores es lo que destroza esta adaptación porque al parecer los productores no supieron qué hacer con tantas cosas, se maneja bien el suspenso debo dárselas pero no existe suficiente acción ni su imagen llega a atraer audiencia por manejarse todo a medias.  

Lily Collins es una buena actriz pero su elenco fue mal elegido porque no llaman la atención ni tampoco son tratados con importancia. De hecho los veteranos Lena Headey, Kevin Durand y Jonathan Rhys Meyers son quienes alzan los eventos pero su presencia sólo es cuestión de minutos y en tiempos específicos.


Aun con una taquilla inferior a los $ 80 millones de dólares mundialmente, una secuela ha sido confirmada de la cual es casi un hecho que le de continuidad al fracaso como se observó con Percy Jackson 2. 

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