domingo, 22 de febrero de 2015

Crítica de Francotirador (American Sniper)


Chris Kyle es un vaquero de rodeo que desde niño fue enseñado en el arte de la caza y la autodefensa. A sus treinta años observa en el televisor el bombardeo de una embajada americana en 1998 y decide alistarse para convertirse en un Navy SEAL.  Tres años después es enviado a Irak donde al instante se transforma en la “Leyenda” poniendo en la línea su humanidad y su familia.

Desde que Zona de Miedo arrasó en los Oscares, los estudios han enfocado su atención a la Guerra Moderna, a través de los años hemos tenido la estrategia investigativa en La Noche Más Oscura y las maniobras tácticas en El Último Sobreviviente. Ahora finalmente llega el punto de vista del francotirador, mas no de cualquiera, sino de El Francotirador más letal en la historia militar de los Estados Unidos.  

Con una sublime filmografía que incluye Gran Torino, Invictus, Cartas desde Iwo Jima y El Sustituto, era de esperarse que Clint Eastwood, a sus 84 años de edad, tuviera otra poderosa y a su vez humana representación de este héroe americano. Esperado de quienes han sido sus verdaderos seguidores ya que los escépticos insisten en lo opuesto al considerarlo como otro producto comercial. Cabe señalar que no es lo mismo comparar American Sniper con Capitán América: El Soldado Invierno. 

Eastwood invierte sus dones a la cinematografía y con un presupuesto inferior a los $ 60 millones de dólares, nos entrega un relato más eficaz que cualquiera otra mega-producción. Los encuadres cubren cada detalle de las circunstancias y por tanto sobresale la brutalidad en las secuencias de batalla. No existe censura de ningún  tipo, esto es guerra. Los hechos como son. Así que excede las expectativas de su género y no sólo en el plano visual, sino en lo psicológico y emocional.

Bajo la consultoría de Taya y la novela de su esposo Chris, el guionista Jason Hall transmitió la esencia de Chris no tanto como un soldado, sino como un ser humano que no se doblegaba ante nada. Sobre todas las cosas, excepcionalmente humano. Cada disparo logrado o vulnerabilidad ante la muerte de sus compañeros, nos conmovemos al escuchar la propia opinión de Chris sobre sus propios actos.

Aquella incomodidad no sólo en el campo sino en su propio hogar, era lo único que les faltaba a estas adaptaciones, la perspectiva de una esposa y madre. Es bien sabido que un soldado que regresa a casa, difícilmente se adapta. No sólo por la adrenalina, sino por el constante peligro en que estuvo y las atrocidades que presenció en primera fila. Sumándole a eso, la cantidad de muertos a los cuales Chris aseguró responder al momento de conocer a su creador.

Indudablemente impactante como seguramente lo será fuente. Si no se tratase de un máximo esfuerzo, Hall no hubiera obtenido la nominación al Guión Adaptado en los Premios de la Academia. Incluso se comparte con la Mejor Edición, Sonido y Mezcla de Sonido los cuales uno podrá apreciar desde el primer minuto en que comienza la función. Mi única inconformidad es que Eastwood no aspiré al Mejor Director, bueno al menos compite como productor en la categoría de Mejor Película. 

Muchos se quedaron sorprendidos al ver el nombre de Bradley Cooper dentro de los contendientes al Mejor Actor Principal. No es tanto su acento texano o aumento de peso, sino su comportamiento antes de irse y durante la guerra lo que lo define como quizás uno de los actores más versátiles hoy en día. No cualquiera obtiene tres nominaciones consecutivas, por tanto no es de extrañarse que sea considerado el caballo negro. Si se da el caso, será merecedor principalmente por las dos escenas donde se desahoga en el teléfono.  

Por otra parte, Sienna Miller fue una magnifica adición, podría atribuirse como el complemento a la seriedad de Cooper. Ambos interpretan polos opuestos, haciéndose evidente de que sin la existencia de Taya, Chris se hubiese desmoronado. Miller se sumerge a este papel de madre de familia con un esposo que en ocasiones no logra comprender pero al igual que él hace la lucha por mantener a flote su relación. Estos sentimientos son tan claros y a su vez nos contagian al abrirnos la puerta hacia esta clase de matrimonios militares.    

En conclusión: gracias a este talentoso trío de Clint Eastwood, Jason Hall y Bradley Cooper, contamos con el paquete completo de lo que es o debería ser un auténtico soldado de la Navy SEAL de los Estados Unidos. Cuidado al momento de llevar niños, de por sí su contenido es altamente intenso hasta el nivel de salir con un dolor en el pecho y más cuando los créditos rolan sin ninguna musicalización de por medio.
  
Indudablemente una obra maestra.

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